Don Benito es la Ciudad Capital del Regadío de Extremadura debido a la importante repercusión que tiene esta forma de cultivo en su término municipal, sin duda determinada por clima mediterráneo subtropical de alta potencialidad agronómica, suelos fértiles de buena aptitud para ser transformados en regadío.
La disponibilidad de agua en cantidad y calidad hacen que el municipio reúna condiciones inmejorables para que sus tierras hayan sido transformadas en riego.
Don Benito tiene tres zonas regables de iniciativa pública: Orellana, Zújar y Centro de Extremadura, siendo el término municipal con más superficie regada dentro de las Vegas Altas, con un total de 19.890,71 hectáreas, entre riegos públicos y privados; que suponen el 35,33 % de su término municipal, y el 7,4 % de los regadíos de toda Extremadura.
La colonización iniciada en 1952 tuvo una importante repercusión en el área de Don Benito, que afectó a la puesta en riego de unas 15.000 hectáreas y supuso la construcción de 7 pueblos de colonización para residencia de colonos y de obreros agrícolas de la zona.
En la ciudad dombenitense tienen su sede social dos de las más importantes comunidades de regantes de Extremadura: la de Orellana (40.285 hectáreas) y la del Zújar (20.870 hectáreas). Entre ambas agrupan a más de 14.000 regantes.
En el municipio radica un buen número de industrias agroalimentarias: centrales hortofrutícolas, bodegas, almazaras, industrias transformadoras de tomate, industrias arroceras, secaderos y fábricas de piensos, que transforman y comercializan los productos obtenidos en los regadíos.
De igual modo, en la ciudad radica la Institución Ferial de Extremadura (FEVAL) sede de importantes certámenes agrarios en los que el regadío está muy presente, como Agroexpo o Fial.
Nuevos regadíos como los de la zona regable del Arroyo del Campo podrán desarrollarse en un próximo futuro afectando a tierras del término municipal, lo que incrementará dentro de poco su superficie regable.